martes, 10 de abril de 2012

La familia: primeros promotores de la lectura

Como una imagen vale más que mil palabras observad estos dos vídeos y si os parece hacéis algún comentario.






(...)El factor afectivo, con todas sus complejidades, constituye el aspecto más significativo de la relación familia-lectura. El ser humano queda marcado indeleblemente por esta relación familiar lectora (...)
El papel que juega la familia en la formación del hábito lector es clave, fundamental, aunque presenta algunas connotaciones complejas. Como dicen Andricaín y Rodríguez:

"Los padres se relacionan con los niños antes que cualquier otro miembro de la sociedad. Ellos son, pues, los primeros promotores de lectura, los que siembran tempranamente (o no) la semilla del amor al libro, los que más pueden hacer para cultivar desde las más temprana infancia esos hábitos. ...Si el niño, desde sus primeros años de existencia, observa cotidianamente en la casa normas y modelos de conducta relacionados con distintas actividades, de manera instintiva, orgánica, tenderá a imitarlos. ¿No imitan los menores el modo en que se conducen los adultos, no tratan de copiar la forma en que se mueven, visten y hablan?... Cuando, desde que abre sus ojos a la vida, el niño encuentra la presencia del libro como un elemento insoslayable dentro de su entorno, se está contribuyendo a establecer un vínculo natural y cotidiano con el acto de leer. El niño que ve leyendo a sus padres, exigirá también un libro o un periódico para sostenerlo delante de su nariz (con frecuencia al revés) y jugar a que él también comparte la placentera experiencia de la lectura. ..."
 Fragmento extraído del artículo: Lectura para  mejorar el proceso de 


4 comentarios:

  1. Muy buenos los vídeos. El segundo lo conocía. Es básica que se involucre la familia en propiciar la lectura, ofrecerles desde pequeños libros, leerlos juntos...es una dinámica primordial para que el niño tenga interés en la lectura. Si falta ese apoyo, desde la escuela es fundamental el desarrollo de actividades que conciencien sobre la importancia de la lectura, de una forma dinámica y creativa, fomentando la participación del alumnado. Pero si detrás de todo ello no hay unos padre que motiven a sus hijos...no se puede hacer gran cosa.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Ana por participar. Hay que tener claro que la escuela y la biblioteca escolar son agentes de compensación social que deben suplir las carencias que puedan sufrir alumnos y alumnas, pero también abrir los ojos de aquellas familias que aunque no hayan sido lectores ahora pueden desempeñar un papel fundamental como mediadores. La biblioteca escolar debe ofrecerles recursos, información y formación para ello y en eso estamos.

    ResponderEliminar
  3. Pues si y no. Mis padres no son grandes lectores, pero yo desde muy pequeña me sentí seducida por los libros, afición (casi vicio) que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida. A mis hijos les gusta leer, siempre han visto libros en casa, siempre nos han visto leyendo. Y desde muy pequeños, los libros han sido un regalo codiciado por ellos (mi hijo el mayor tiene una coleccion de comics digna de cualquier biblioteca, con grandes obras como Maus, Sandman, Persepolis, etc). Asi que repito, si y no....

    ResponderEliminar
  4. Como dices hay personas que han sido autodidactas, que el gusto por la lectura lo descubrieron por si mismas o por influencias de un maestro, amigo o cualquier situación vivida. Eso seguirá siendo así, de hecho conozco casos de auténticos lectores y lectoras que llegaron sin unas condiciones propicias, pero son los menos y creo que todos debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad.

    ResponderEliminar